Cristina Fernández de Kirchner, la mano que mece la cuna
La exmandataria y actual senadora de la Nación anunció que será la candidata a vicepresidenta por el peronismo en los comicios electorales de octubre. La viuda de Néstor Kirchner acompañará a Alberto Fernández, quien hasta hace pocos meses era un crítico feroz de su compañera de fórmula
El extenso video de más de doce minutos publicado en redes sociales sacudió la tranquilidad del último sábado por la mañana, Cristina Fernández de Kirchner anunciaba a todos los argentinos que le había pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula en la que se presentan juntos. Éste viejo y conocido peronista supo ser el jefe de gabinete del fallecido ex presidente Néstor Kirchner y mantuvo el cargo durante los primeros años del periodo presidencial de Cristina, hasta julio de 2008 fecha en la que se alejó del kirchnerismo y pasó a ser uno de sus más feroces críticos. Incluso, en 2015 fue designado por el peronista Sergio Massa, otro exfuncionario kirchnerista, como jefe de campaña de su candidatura presidencial.
Del odio al amor
Había pasado la noche anterior escribiendo cuando mi esposa me despierta con la noticia. “Cristina definió su candidatura”, me dijo mientras yo me ubicaba en tiempo y espacio, y escuchaba que mis dos pequeños hijos gritaban y corrían por toda la casa. “Va como vice de Alberto Fernández”, complementó la información. Como yo estaba aterrizando de mi sueño, pensé que era Aníbal Fernández, uno de los tantos escuderos kichneristas que tiene la expresidenta. Acto seguido, puse el canal TN en la televisión, algo como Canal N, y veo que era Alberto, el que hasta poco supo ser uno de sus feroces críticos, tanto así que en una de las entrevistas que dio acusó a la actual senadora nacional de haber dejado una Argentina enferma, el candidato presidencial señalaba que el gobierno de Mauricio Macri había heredado la inflación y el déficit fiscal dejado por CFK.
En 2012, varios años después del alejamiento de su actual compañera de fórmula, Alberto Fernández declaraba que la Argentina, con Cristina como presidenta perdió en cada año de su mandato 20 mil millones de dólares del sistema financiero y subieron los precios un 20 por ciento por año.
Durante las elecciones legislativas de 2013, y cuando aún CFK estaba como presidenta, Alberto Fernández declaraba que “el kirchnerismo estaba muerto”. El peronista sustentaba sus dichos en que Cristina no tenía ninguna capacidad para darse cuenta que los errores de su gestión y la calificó como totalmente ineficiente. “Cristina debería avergonzarse por decir que Massa, es el nuevo Duhalde”, sentenciaba Fernández. Massa también había sido jefe de gabinete de CFK y Duhalde fue presidente argentino entre el periodo 2002 – 2003 y fue quien apoyó la candidatura del fallecido Néstor Kichner. Cristina contratacó y señaló que Alberto Fernández fue el que impulsó la cuestionada fusión de Cablevisión, empresa del grupo Clarín y que hasta 2008 era el multimedio aliado de la pareja presidencial, con Multicanal. En una entrevista con Jorge Rial, el Magaly Medina gaucho, CFK señaló que ella se mostró en contra de la operación de Clarín, pero que él (Néstor) lo hizo para protegerla.
Las críticas del actual candidato presidencial a las decisiones de Cristina Fernández de Kirchner no cesaban. En 2014, Alberto Fernández aseguraba que Néstor Kichner no hubiera estado de acuerdo con la decisión de Cristina de designar al general César Milani como jefe del ejército argentino, el mencionado miembro del alto mando castrense está sospechado e investigado por haber participado en crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.
En junio de 2016, José Francisco López, un investigado exfuncionario kirchnerista, fue sorprendido lanzando bolsos que contenían nueve millones dólares al interior de un monasterio, esto con la clara intención de ocultar el dinero del cual hasta al día de hoy se desconoce su origen. En la campaña electoral de las elecciones legislativas de 2017, Alberto Fernández ironizaba y señalaba que no sabía si las lágrimas derramadas por CFK durante una entrevista eran por lo que hizo José López o porque lo descubrieron.
La transformación de Alberto
A principios del año pasado y luego de ataques mutuos, los ahora compañeros de formula se reunieron y limaron asperezas. En febrero de 2018, Alberto Fernández señalaba que para combatir al “maligno Mauricio Macri” era necesario la presencia de Cristina, que “sin ella no se podía”. Aquella reunión fue en secreto, el ala dura del kirchnerismo no veía con buenos ojos que la “jefa” se haya reunido con alguien al que consideraban un traidor al movimiento.
Para la mitad del año pasado, Alberto Fernández afirmaba que Cristina no era ni ladrona ni corrupta, aunque declaraba que “detestaba su soberbia”.
El ostracismo de la viuda de Néstor Kichner sobre su candidatura para las elecciones presidenciales hacía que el misterio crezca. Para octubre de 2018, el actual postulante a presidente señalaba que CFK era la que menos obstáculos ponía para la unidad del peronismo.
A comienzos de 2019, Alberto Fernández comparaba a Cristina con Leonel Messi. "Que Cristina no compita es como si el Barcelona no pusiera a Messi”, declaraba en febrero de éste año.
“Cámpora el gobierno, Perón al poder”
En 1973, Juan Domingo Perón estaba impedido de ser candidato; por ese motivo Héctor José Cámpora se presentó como el representante del por aquel entonces viejo general. El resultado en las ánforas fue arrollador, el peronismo obtuvo el 49% de los votos. El gobierno de Cámpora fue efímero, duró tan solo 49 días, la historia dice que Perón lo obligó a renunciar. En septiembre de 1973 hubo nuevas elecciones, el general se presentó y fue elegido presidente por tercera vez.
Es por eso que cuando Cristina anunció que irá como candidata a la vicepresidencia, a muchos se nos vino a la mente las elecciones de 1973. Seguidores de la expresidenta y adversarios, léase la coalición gobernante Cambiemos la cual es dirigida por el actual presidente Mauricio Macri, aseguran que es muy difícil que la senadora de la nación tenga un papel secundario en un eventual gobierno del peronismo.
Otros de sus seguidores aseguran que el frágil estado de salud de su hija Florencia, haría que la expresidenta tenga un papel determinante en ciertas decisiones, más no en todas.
Por su parte el oficialismo recurre a la historia, ellos auguran que ante un gobierno manejado desde las sombras por parte de CFK, el fin sería parecido a lo que se conoce en la historia argentina como el tercer peronismo, es decir, un final catastrófico.