Los peruanos que vivimos en el extranjero recibimos con gran beneplácito la creación de un distrito que nos represente en el Congreso. Desde lo personal, me parecía poco atinado que los representantes del distrito electoral de Lima Metropolitana sean quienes nos representen, tal como viene sucediendo hasta hoy.  

En los 14 años que vivo en Buenos Aires, Argentina, me acerqué en contadas ocasiones al Consulado, fuera de una breve experiencia laboral en aquel lugar. En 2010, durante tres meses trabajé en el Consulado General del Perú en Buenos Aires, específicamente en el área de poderes. Pude ver en directo la problemática de los compatriotas residentes en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Los cónsules y el personal administrativo, estos últimos casi en su mayoría peruanos, hacían lo mejor posible para atender las demandas de la gente que se acercaba a realizar trámites. Recuerdo una de las situaciones límites que pasé laborando en esa área. Una mujer se acercó con un chico que decía ser menor de edad para renovar un certificado de nacionalidad. Al revisar el documento que traía era evidente que había sido falsificado, miré a mi compañera de oficina y solo atiné a buscar a una de las cónsules y le mostré el papel donde supuestamente estaba su firma y ella confirmó mis sospechas. La funcionaria fue a buscar al policía federal que estaba en la puerta para que retire a estas personas. Entre gritos se fueron vociferando que ya nos conocían y que tengamos cuidado. Al poco tiempo conseguí un trabajo ligado al periodismo y mi experiencia en el Consulado quedó como una gran anécdota.

¿Cómo es la colectividad peruana en Buenos Aires? Fragmentada. Por lo que veo en las redes sociales, en otros países donde existe un gran número compatriotas pasa lo mismo. En el caso de los peruanos que viven acá, muchos absorbieron el tema político argentino. Al igual que los nacidos acá, los connacionales también se dividen en peronistas y los que no lo son. En los diferentes grupos de Facebook se arman grandes debates defendiendo a los referentes de cada uno de los bandos.

Considero que la única vez que el estado peruano se preocupó por los peruanos en extranjero fue cuando promulgaron la Ley de Retorno. Por aquel entonces, en el año 2013 cuando se entró en vigencia la norma, el panorama económico de la Argentina no era tan complejo como el que atraviesa en la actualidad. Desconozco en qué estado se encuentra esa normativa que invita a volver a la tierra que nos vio nacer, no veo promoción por parte del Consulado o de la Embajada en las redes sociales oficiales, solo en la web del Consulado hay una pestaña que hace referencia a este tema. Es obvio que en estos momentos toda la atención del mundo entero está puesta en la pandemia del coronavirus.

En 2016 ocurrió un lamentable hecho protagonizado por la colectividad peruana en Buenos Aires. Para la fiesta patria de cada país, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organiza el “Buenos Aires celebra”, la última vez que tuvimos un día dedicado a nuestro país fue hace cuatro años, específicamente el 7 de agosto (no se llevó a cabo el fin de semana siguiente de 28 de julio por un tema meteorológico). En aquella oportunidad, el fin de fiesta fue con corridas protagonizadas por grupos de delincuentes y una niña terminó quemada porque, según versiones, le cayó en la pierna aceite caliente. Este incidente llegó a los medios de comunicaciones argentinos y muchos hablaron de “balazos”, cosa que fue desmentida por las distintas versiones de los asistentes. A manera de castigo, desde ese año la única colectividad que no tiene una celebración es la peruana.

Volviendo al tema del distrito electoral para peruanos en el exterior, si bien la norma señala que son dos curules los que nos corresponden, ¿los elegidos representarán de manera efectiva los intereses y escucharán a todos los compatriotas que viven en el extranjero? Por ejemplo, si resultará elegido un congresista que vive en Los Ángeles, Estados Unidos, ¿el conocerá la problemática que viven los compatriotas que residimos en Argentina? Son dos realidades políticas y económicas muy distintas las de ambos países. 

No cabe duda que la intención es buena, pero queda la interrogante de cómo será el trabajo de los dos padres de la patria que serán elegidos para representar los intereses de los que vivimos afuera. Porque si el trabajo será enterarse de los problemas de las colectividades peruanas en el mundo a través de los consulados y embajadas sería lo mismo que la nada, no porque dude del trabajo de los representantes del Estado Peruano, sino porque siempre está bueno escuchar al “ciudadano de a pie”, no solo la palabra oficial. Descartemos las famosas asociaciones porque, en el caso de la Argentina, se cuelan algunos elementos con intereses ligados tanto a grupos políticos peruanos como a los locales.

Si bien la campaña de cara a las elecciones del próximo año está siendo dejada de lado por el tema de la pandemia del coronavirus, tengamos en cuenta que estos dos representantes van a estar en funciones por los próximos cinco años y más aún en el 2021, año del bicentenario de nuestro querido Perú.